¿Cómo funcionan las empresas innovadoras?
La innovación es un concepto muy amplio y por momentos abrumador. Por tal motivo, en este artículo, vamos a conocer y definir dos tipos de innovación diferentes. Esta división nos ayudará a comprender mejor cómo podemos incorporar y trabajar en nuevos proyectos para generar empresas innovadoras.
Podemos clasificar la innovación en dos tipos: innovación de eficiencia e innovación transformacional.
Innovación de eficiencia para mantener viva la empresa
La innovación de eficiencia se trata básicamente de lograr mayores resultados con menos recursos invertidos. Para esto, se busca implementar mejores prácticas en los procesos del actual negocio. Este tipo de innovación se relaciona íntimamente con el management de la empresa.
Algunas de las prácticas que las empresas llevan a cabo para alcanzar mejores resultados son: la automatización de procesos, el uso de la inteligencia artificial, el big data y la inteligencia de negocios. También se busca el diseño de un proceso productivo más eficiente, desarrollar “capabilities” (capacidad + habilidad) únicas en la industria para mejorar el delivery o logística de entrega.
Podríamos decir que todas las iniciativas descritas se pueden calificar como iniciativas de innovación de eficiencia que tienen el objetivo de buscar el crecimiento económico y escalar el negocio actual.
Este tipo de innovación normalmente se realiza en un contexto actual y conocido, el nivel de incertidumbre es el estándar de la industria en la que participa la empresa.
Las motivaciones están relacionadas a incrementar los resultados, a aumentar el prestigio de los propios managers, donde aquel que mejora los resultados obtiene más recursos (una división o área más grande, bonus por resultados, etc.)
Este tipo de innovación se puede resumir en una palabra: “EXPLOTACIÓN”.
Es muy útil para mantener viva la empresa, para liberar recursos para los accionistas y también para invertir en la innovación transformacional.
La Innovación transformacional para las empresas innovadoras
Si tuvieramos que elegir una palabra para definir este tipo de innovación, esta sería “EXPLORACIÓN”
Se trata de identificar nuevas ideas de negocios, nuevas propuestas de valor, nuevos segmentos de mercados y hasta inclusive nuevos modelos de negocios.
Debemos cambiar hasta la forma de hacer preguntas. Por ejemplo, en vez de preguntarnos “¿Cómo podemos ser más innovadores?”, debemos preguntarnos “¿Qué podemos hacer mañana para explorar nuevas ideas?”
Comenzar a “EXPLORAR”
Se inicia de a poco el proceso, con pequeñas acciones de testeo de ideas y de mercado, evaluando lo aprendido. Luego, se reformula y se avanza nuevamente. De esta forma, el proceso de exploración se gesta con bajo riesgo a medida que se van verificando los avances.
Al mismo tiempo, el proceso se mueve hacia adelante con un aumento en las apuestas y se incrementan las inversiones tanto de tiempo como de dinero.
La clave para el proceso de exploración
El contexto en el que se desarrolla la exploración es incierto y desconocido para la organización. Se necesita una estructura distinta de la actual, nuevas personas con motivaciones y mentalidades distintas.
Lo que motiva a un explorador es: autonomía, ser soberano respecto de lo que hace, como lo hace, y con quien lo hace. Quieren trabajar en un proyecto increíblemente cool, tener impacto y hacerlo con buena gente.
Una clave para el proceso de exploración es valorar los pequeños avances positivos por sobre los resultados gigantes y audaces.
Recomendaciones para las empresas innovadoras
Alex Osterwalder, autor del libro “Generación de Modelos de Negocios”, sugiere que lo ideal es desarrollar varios proyectos en el año. Esto se debe a que muchos de los procesos de exploración no logran superar los primeros testeos y otros se irán muriendo en el camino.
Tener varios proyectos con distintos grados de avance le otorga al proceso un perfil de gestión de portfolio de inversiones, con los beneficios que trae aparejado esta estrategia, como una cartera diversificada, reducir los riesgos de concentración, distintas propuestas de valor y rotar el mercado, entre otras.
En definitiva, innovar es más fácil de lo que muchas veces creemos, pero lo más importante es que los líderes de negocios lo tengan en su agenda semanal. Algunos expertos proponen que al menos un 40% de la semana sea dedicado a la innovación.
Ahora que ya sabés cómo se innova, ¿cuánto tiempo vas a dedicar para crear tu nueva empresa innovadora?
2 Comentarios